¿Qué ocurre cuando una voz te llama dos
veces? Si tuviera que dar una respuesta diría que es una "locura
divina". Viene de más lejos, se trata de la voz inconfundible del Amor. No necesitamos explicaciones para esto y aquellos que las buscan
simplemente no logran escucharla. Como Itzel Barrera menciona:
Un día te encontré y me miraste, me tomaste de la mano y desde ahí supe que mi felicidad llevaría como sobrenombre: Tu condena
Al atender este llamado, como niño que
mira por primera vez el mar, juegas a la vida y juegas al Amor sin miedo. El
cuerpo permanece virgen, pero en el corazón hallarás mil almas ardiendo; por
ello inventamos nombres para bautizar al Amor los cuales quedan guardados en la
boca, guardados en la piel y es imposible huir de ellos. La autora
nos lleva de la mano por una historia que sólo ella conoce, sin embargo,
comprendemos el significado porque todos hemos estado alguna vez en la
llama del Amor. Desafortunadamente, el fuego no se controla y se convierte
en cenizas:
cortaste mis alas y aprendí a caminar; cortaste mis sueños, pero aprendí a ver la realidad; cortaste mi sonrisa, pero aprendí a llorar
Fuego y ceniza no se deben mezclar, no importa si hablamos de amores
pasajeros, incluso, amores imposibles o no correspondidos:
siempre dueño de mi cuerpo, siempre dueño de mis letras, siempre dueño de lo que quedó para ti. Un amor inconcluso, pero exclusivo de ti; ve a arder a otro lugar, pero recuerda que somos cenizas de lo que un día fuimos
Como podemos ver, todos los amores dejan huella y muchas veces resulta ser imborrable. Antes de las cenizas existe el fuego, antes del dolor
existe el Amor. Se manifiesta como el sentimiento más bello que el ser humano
puede experimentar, pero nadie nos advierte que después de entregarnos a él
regresamos incompletos a seguir alabando el fuego y seguir lamentando las
cenizas.
Referencia
Barrera, Itzel. El beso del diablo. Leído desde messenger el día 29 de febrero de 2020 1:00 am.
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