Miro el reloj y no dice nada, miro tus ojos y comprendo el tiempo. Ayer tú no estabas en mi vida, pero llegaste. Al momento mi voz se extendió a las nubes, al momento mis manos tocaron lo intangible. Perfecta armonía es la combinación de la música con tu alma: repetición, latido, movimiento. El día transcurre y la noche llega con ausencia de ti. Ojos fríos, manos frías, conozco la soledad cuando sólo queda tu recuerdo y te preguntas ¿de qué hablarías a media noche?
Yo hablaría de una mujer, hablaría de ti: poema que todavía no está vivo, canción sin letra, sin música, sin ritmo; porque eres el origen, el principio del día, el principio de la noche, el principio del Amor. Yo quiero conocerte, yo quiero ser parte de tu vida, yo quiero aprender a gritar contigo...